ADIOS A MARTIN TORO JINETE, MAYORAL ,PICADOR Y CABALLERO
POR MARCIANO BREÑA ( Mira Jerez)
Hemos despedido a Martín Toro Ramírez,
picador, uno de los grandes picadores del siglo pasado, que ha fallecido en
Jerez a consecuencia de una trombosis que se le formó como resultas de una
caída. El sábado y el domingo ha acudido al tanatorio, donde estaba el duelo,
familiares, amigos y representantes de todo el mundo taurino, entre el que
destacamos los maestros Luis Parra Jerezano, José Luis Galloso o Antonio
Lozano.
Martín Toro había nacido en la provincia
de Sevilla, en una finca de don Félix Moreno Ardanuy, donde trabajaba su
familia. Uno de sus hermanos, Curro, nacido en Lora del Río, se dedicó también
al oficio de picador. Martín se casó y se vino a la provincia de Cádiz,
concretamente a Algar, porque empezó a trabajar como conocedor en la finca de
Fernández Palacios. El año 1954 empezó a picar a las órdenes
de Juan Antonio Romero. Luego pasó con Rafael Ortega. Con quien estuvo más
tiempo, veintidós años, fue con Francisco Ruiz Miguel y ambos se despidieron de
la actividad a la vez, en Zaragoza el 14 de octubre de 1988; el toro de esa
doble despedida fue “Almonteño”, un animal con trapío del hierro de Celestino
Cuadri. Según nos informa Agustín Ladrón de Guevara, además actuó, como suelto,
en la cuadrilla de Limeño y también en la de Rafael de Paula.
Martín fue un gran caballista desde
joven y esos le permitía manejar los caballos de picar con soltura, para
recibir de frente a los toros y también para realizar, cuando era preciso, la
suerte de varas a caballo levantado, como podemos observar en una de las fotos
que acompañan esta información. En otras fotos que acompañamos lo vemos en la
plaza de Cádiz, desaparecida, vestido a la manera goyesca en compañía de Molina
(de Sevilla) y de los jerezanos Cristóbal Morales y Juan Gil, y en el patio de
cuadrillas de la plaza de Jerez, acompañado de Manuel Cid, Pucherete, Cristóbal
Morales y Mateo Navarro y posando con el actor americano Bruce Sinclair. Estas
fotos corresponden al fondo documental perteneciente a Juanito Gil, también
picador, retirado pero picador. Igual que la foto correspondiente a una
actuación en Las Ventas, en la cual se ve la maestría: todavía no ha llegado el
toro al caballo y ya está cogido con la puya sin ninguna necesidad de
rectificación. Tal era la calidad de su manejo de la
puya que despertó los más encendidos elogios de los críticos, destacando
especialmente la crónica que, a propósito de una actuación en Las Ventas,
publicó en el diario El País el 27 de septiembre de 1987 aquel cronista de
culto que se llamó Joaquín Vidal. Decía algo así como que “…en estas que
apareció Martin Toro, caballero, para resucitar la suerte de varas, que estaba
muerta, víctima de destructores sin ley. Después de lo de Martín Toro ya no
está tan muerta, porque el noble picador, opuesto a la barbarie, la hizo por
derecho, tirando el palo delantero, sin barrenar, sin más castigo que el
resultante del propio empuje de la fiera”. No era ningún obstáculo para picar de
esa manera el hecho de que su matador, Ruiz Miguel ha sido el torero que se ha
enfrentado a más corridas de Miura (cien) y en todas le acompañaba, con la
diferencia que hay entre ese tipo de toros y otros. Martín decía que los miuras
aprendían ya en el momento de ir al peto, pero siempre hacía las cosas como
únicamente sabía hacerlas. Esto ayuda a calibrar la categoría del piquero. En
alguna ocasión, sobre el futuro de la suerte de varas dijo: “Recuperar la
belleza de la suerte de varas solo depende de los ganaderos. Ahora los toros no
tienen fuerza ni movilidad. No importa si el caballo es grande o chico,
todo depende del toro”.
Ha sido una lástima, porque se encontraba por lo demás perfectamente. Él
solía pasear diariamente, a sus noventa y dos años, por la plaza de las
Angustias y los alrededores, ya que vivía con su hija en la calle Granados.
Después de vivir despacio se ha ido rápido. Además tenía otro hijo, también de
nombre Martín, que picó en algunas novilladas, pero luego se asentó en Sevilla, tomando profesionalmente otros
derroteros. A El Y al resto de la Familia transmitimos nuestras condolencias